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Sistema de control de polvo en Obras de Construcción

El año pasado, Perú lideró el ranking World Air Quality Report de IQ Air como el país con el aire de peor calidad en Sudamérica. Una cantidad considerable de nuestra población y autoridades locales ignoran este hecho perjudicial para nuestro entorno y salud. Se considera al parque automotor como el factor que más contaminación produce en los distritos de la capital, seguido de otras industrias que se desarrollan en la ciudad (construcciones, fábricas, etc.). Los factores que contribuyen a la contaminación del aire son varios y a pesar que muchos de ellos son ajenos a nosotros, debemos de informarnos sobre las consecuencias y métodos de prevención.

Centrándonos en el ámbito de la construcción, el reglamente nacional de edificaciones (Norma G.050) especifica que en toda obra el personal debe contar con un equipo que lo proteja de las partículas de polvo. Las acciones y operaciones que se ejecutan en toda obra generan polvo en distintas cantidades. Acciones como taladrar, cortar, demoler o transportar generan polvo. Estas partículas son tan comunes que los equipos de trabajo pasan por desapercibido y no consideran el peligro que puede significar para todo el entorno.

El polvo generado por las obras en construcción puede afectar la salud, seguridad, así como la productividad en la obra y el desempeño de la maquinaria utilizada.

IMPACTO Y RIESGO DEL POLVO EN OBRAS DE CONSTRUCCIÓN

Las partículas de polvo son inhaladas a través de las vías respiratorias; cuanto más fino es el polvo, más probabilidades de que este ingrese a nuestro organismo. Las consecuencias que este puede generar son molestas y hasta peligrosas para la salud de los trabajadores. Además del peligro que puede representar para los operarios, el polvo producido por la obra puede también causar un impacto negativo en la maquinaría utilizada, ralentizando el avance del proyecto en general.

AUMENTAR LA PRODUCTIVIDAD PROTEGIENDONOS DEL POLVO

Para reducir el riesgo de polvo en toda obra, se recomienda tomar las siguientes precauciones:

Utilizar una fuente de aspiración para reducir las emisiones de polvo
Realizar trabajos de corte, taladro o lija utilizando agua para limitar la proliferación del polvo en el aire y reducir los riesgos asociados con la inhalación de este.
Utilizar EPP correspondientes como mascarillas, filtros faciales, trajes de protección, gafas de protección, equipos filtrantes, etc. Es imprescindible el uso de EPP’s para limitar la acumulación de polvo en la ropa.
Emplear una aspiradora profesional y evitar otras herramientas que levanten el polvo.
Instrucción en prevención de riesgos derivados por el exceso de polvo, el cual debe ser necesario para todo el personal expuesto en la obra.

MEDIDAS OPERATIVAS Y ORGANIZATIVAS

Como en toda operación, deben existir medidas que reduzcan la exposición de los trabajadores al polvo cuando se encuentran operando en la obra. Estas medidas pueden ser:

Señalización y limitaciones (por ejemplo, de acceso, de velocidad de circulación, etc.).
Elaboración de un programa de buenas prácticas.
Formación y supervisión acerca de prevención y las buenas prácticas mencionadas.

LIMPIEZA DE OBRA

El centro de trabajo requiere un mantenimiento y limpieza que evite que las posibles partículas de polvo y contaminantes puedan dispersarse. Estas acciones a realizar pueden ser las siguientes:

No dejar que el lodo que pueda haberse formado en el suelo se seque y que el polvo pueda pasar al ambiente; gestionar este residuo adecuadamente.
Limpiar a diario el área de trabajo y de forma regular la zona de trabajo.
Limpiar los equipos de trabajo con regularidad.
No limpiar con escobillas ni otras herramientas de arrastre (escobas, cepillos).
No utilizar aire comprimido como sistema de limpieza.

TECNOLOGÍA PARA EL CONTROL DEL POLVO EN OBRA

Las opciones para el control de polvo son varias y dependerá del tipo de actividad que genere las partículas de polvo. Banff trabaja con un sistema colector de polvo que genera beneficios para la obra, medio ambiente y trabajadores. Estos pueden ser:

Aire renovado en el interior de la construcción, gracias al diseño y sistema de filtrado, un colector de polvo puede eliminar las partículas dañinas y filtrar el aire para regresarlo hasta un 99% limpio.
Evita molestias de los vecinos que habitan a los alrededores al no contaminar el aire que respiran.
Disminuye el impacto de contaminantes al medio ambiente, pues controla los polvos, humos y neblinas que pudieran escapar libremente. Cuidando la salud de los trabajadores y agilizando el avance de la obra.
El sistema de colección captura los polvos y partículas pesadas y con los filtros adecuados se puede limpiar el aire sin necesidad de equipos adicionales.
Un sistema de control de polvo puede conservar durante más tiempo el material de trabajo al evitar que este se contamine. Además de brindar mas tiempo de vida a la maquinaria empleada en obra.
Reduce costos de mantenimiento de la obra, al controlar el polvo que representen un peligro para la infraestructura de la construcción, se pueden reducir los costos de mantenimiento, materiales y horas de trabajo.
Áreas de trabajo más limpias y confortables, eliminar el exceso de polvos y a su vez el calor en el ambiente de trabajo crea un área más cómoda para todo el personal de la obra.

Comprendemos los desafíos que pueden presentarse en toda obra de construcción, por ello estamos a disposición de nuestros clientes brindando nuestra experiencia y conocimiento para llegar a la solución que se busca. Nuestros sistemas de control de polvo pueden ser aplicados en diversas industrias como la minería y construcción.